Los padres han tenido este año una actitud activa en contra de la Ley de Educación del Gobierno, participando incluso en las huelgas generales Quieren un pacto para tener un sistema estable
S. VALLEJO GRANADA
Silvia Alcalde es desde hace poco más de una semana la nueva presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Granada, FAMPA-Alhambra. Antes era vicesecretaria y coordinaba la parte de Vegas Altas, pero desde el jueves asume la presidencia.
-¿Qué proyecto tiene y qué rumbo va a tener ahora la federación?
-Nuestros proyectos que se plantean tienen carácter de continuidad. El último proyecto en el que estamos trabajando es una Mesa por la Educación donde se querían aunar los distintos puntos de vista de los componentes de la comunidades educativa: familias, docentes, administración, Universidad. Ahora estamos en el proceso de unificar y sacar conclusiones. Después habrá otro proyecto dentro de los centros educativos.
-Cuando se tenga todo se tendrá casi una radiografía del sistema
-Es una evaluación para dar herramientas en los centros educativos para trabajar proyectos comunes entre familias, profesorado y alumnado. No sólo analizar y ver resultados sino hacer actividades para llegar a los objetivos.
-En esas primeras encuestas, ¿cómo se ve el sistema?
-Tiene muchas carencias y encima vamos cambiando de ley cada dos por tres. Eso hace que el sistema tenga muchas lagunas. El panorama está complicado con muchas necesidades que hay que ir mirando y no con una ley de un día para otro. Se necesita consenso de toda la comunidad educativa.
-¿Y qué se puede hacer?
-Tiene que haber un pacto educativo sí o sí.
-¿Es posible?
-Es difícil pero se puede, hay que tener voluntad. Las familias ya tenemos esa voluntad, sólo tienen que darnos el cauce para que hablemos y nos sentemos.
-¿Qué lagunas tiene ahora mismo el sistema?
-La formación permanente del profesorado es uno de los puntos que también nos preocupa, por eso en la Mesa de la Educación se trabaja también en ese sentido. A los docentes hay que darles herramientas para que puedan continuar y se vayan adaptando a las necesidades porque la educación cambia con la sociedad. Luego reclamaciones como familias hay muchas, como el papel de los padres en los centros. Tenemos el consejo escolar, que la ley nos avalaba antes pero ahora con la Lomce es sólo consultivo, pero tampoco se hacía antes en muchos centros. Sí se reclama la posibilidad de poder decidir en el centro. Llevamos a nuestros hijos y nos ponemos en sus manos. No vamos a decidir cómo dar las clases pero sí hay muchas otras decisiones.
-¿Está realmente en riesgo el sistema educativo?
-Claro que sí. Tenemos que tener en cuenta que la calidad de la educación que demos ahora repercutirá en la calidad de vida que tengamos en el futuro. Tenemos que tener personas muy formadas y que sepan hacia dónde vamos. Con la nueva ley, que es segregadora, llegan los que compiten. En el preámbulo de la ley aparece la palabra competitividad. Se va dejando mucha gente suelta sin formar que son muchos de los que van a llegar a tener nuestro futuro en sus manos.
-¿Qué aspecto les preocupa más a los padres de la Lomce?
-Desaparecer. Sólo podremos participar en consejos escolares pero con carácter consultivo. El equipo directivo tomará decisiones y nosotros no podremos opinar o votar, sólo se nos informará.
-¿Qué se puede hacer para evitarlo?
-El consenso es la única opción. Nos tenemos que sentar a discutir qué ley sería válida para unificar al sector y que no esté sometida a cambios en función del Gobierno. Hay que consensuar una ley que perdure, de carrera de fondo, no de dos días o cada cuatro años. Así llevamos ya siete leyes en poco tiempo.
-¿Cree que la situación en la que se queda la educación pública es de desventaja respecto a la concertada o privada.
-La educación pública es la educación mayoritaria. Si queremos que el grueso de la sociedad esté formada no hay que descuidarla. Otra cosa es que la gente tenga la opción de elegir si quiere privada o concertada. Pero la pública no se puede quedar como una escuela de beneficencia, de leer y escribir, y el resto si quieres lo pagas.
-Pese a la defensa de lo público, después es paradójico que los padres prefieran los colegios concertados.
-Eso entra dentro de la libertad de elección de las personas. Pero plazas hay más públicas que concertadas y la gente de la pública está muy satisfecha.
-¿Qué opina de la segregación por sexo?
-Es una locura porque somos una sociedad plural. Si desde pequeños no enseñamos a convivir a los niños, mal camino llevamos.
-¿Y de que se mantengan las subvenciones o conciertos a estos centros?
-Si quieren subvención pública se tienen que adaptar a lo que se les diga.
-Respecto a la participación de las familias, ¿qué papel quieren tener en los centros?
-Sobre todo en la vida del centro escolar, tener conocimiento de lo que pasa. Generalmente lo suelen hacer bien pero si hay algún tema por lo menos que podamos decidir sobre eso. Intervenir a través de proyectos que se puedan presentar como padres para trabajar de manera conjunta. Tener un centro de puertas abiertas. Si a los padres se les ocurre un proyecto, que puedan colaborar. Es un punto de vista más. La educación no son sólo conocimientos, también se les da a los jóvenes herramientas para que sepan actuar en su vida. Y nosotros como padres también podemos ayudar y si participamos dentro del centro todavía mejor.
-¿Toda esta situación afecta al nivel educativo? Los últimos resultados del Informe PISA no dejan bien parados a los jóvenes españoles y andaluces.
-Los Informes Pisa hay que tomarlos con tranquilidad. No creemos que haya que hacer un mismo informe o balance para todos los países igual.
-¿Realmente ha bajado el nivel o la calidad educativa?
-Se demuestra que hay carencias que hay que paliar y arreglar. Hay muchas carencias y eso lo sufren los alumnos y en consecuencia el nivel de la educación.
-Las familias con la crisis cada vez tienen más dificultad y aumentan las peticiones de bonificación para comedores, transporte...
-El tema de los comedores se está convirtiendo en comedores sociales. Este problema de las subvenciones quizá no debería de depender sólo de Educación, quizá tendrían que entrar otras consejerías como Bienestar Social.
-Este invierno es noticia la situación de la calefacción en el Martín Vivaldi. ¿Hay más casos?
-El caso del Martín Vivaldi es peculiar por la no recepción del edificio por parte del Ayuntamiento. Está en un limbo. Pero deberían tener la calefacción, no pueden tener a las familias dando vueltas ni a los niños con frío. En la provincia hay tres centros con problemas de calefacción que nosotros tengamos constancia.
-¿Qué proyecto tiene y qué rumbo va a tener ahora la federación?
-Nuestros proyectos que se plantean tienen carácter de continuidad. El último proyecto en el que estamos trabajando es una Mesa por la Educación donde se querían aunar los distintos puntos de vista de los componentes de la comunidades educativa: familias, docentes, administración, Universidad. Ahora estamos en el proceso de unificar y sacar conclusiones. Después habrá otro proyecto dentro de los centros educativos.
-Cuando se tenga todo se tendrá casi una radiografía del sistema
-Es una evaluación para dar herramientas en los centros educativos para trabajar proyectos comunes entre familias, profesorado y alumnado. No sólo analizar y ver resultados sino hacer actividades para llegar a los objetivos.
-En esas primeras encuestas, ¿cómo se ve el sistema?
-Tiene muchas carencias y encima vamos cambiando de ley cada dos por tres. Eso hace que el sistema tenga muchas lagunas. El panorama está complicado con muchas necesidades que hay que ir mirando y no con una ley de un día para otro. Se necesita consenso de toda la comunidad educativa.
-¿Y qué se puede hacer?
-Tiene que haber un pacto educativo sí o sí.
-¿Es posible?
-Es difícil pero se puede, hay que tener voluntad. Las familias ya tenemos esa voluntad, sólo tienen que darnos el cauce para que hablemos y nos sentemos.
-¿Qué lagunas tiene ahora mismo el sistema?
-La formación permanente del profesorado es uno de los puntos que también nos preocupa, por eso en la Mesa de la Educación se trabaja también en ese sentido. A los docentes hay que darles herramientas para que puedan continuar y se vayan adaptando a las necesidades porque la educación cambia con la sociedad. Luego reclamaciones como familias hay muchas, como el papel de los padres en los centros. Tenemos el consejo escolar, que la ley nos avalaba antes pero ahora con la Lomce es sólo consultivo, pero tampoco se hacía antes en muchos centros. Sí se reclama la posibilidad de poder decidir en el centro. Llevamos a nuestros hijos y nos ponemos en sus manos. No vamos a decidir cómo dar las clases pero sí hay muchas otras decisiones.
-¿Está realmente en riesgo el sistema educativo?
-Claro que sí. Tenemos que tener en cuenta que la calidad de la educación que demos ahora repercutirá en la calidad de vida que tengamos en el futuro. Tenemos que tener personas muy formadas y que sepan hacia dónde vamos. Con la nueva ley, que es segregadora, llegan los que compiten. En el preámbulo de la ley aparece la palabra competitividad. Se va dejando mucha gente suelta sin formar que son muchos de los que van a llegar a tener nuestro futuro en sus manos.
-¿Qué aspecto les preocupa más a los padres de la Lomce?
-Desaparecer. Sólo podremos participar en consejos escolares pero con carácter consultivo. El equipo directivo tomará decisiones y nosotros no podremos opinar o votar, sólo se nos informará.
-¿Qué se puede hacer para evitarlo?
-El consenso es la única opción. Nos tenemos que sentar a discutir qué ley sería válida para unificar al sector y que no esté sometida a cambios en función del Gobierno. Hay que consensuar una ley que perdure, de carrera de fondo, no de dos días o cada cuatro años. Así llevamos ya siete leyes en poco tiempo.
-¿Cree que la situación en la que se queda la educación pública es de desventaja respecto a la concertada o privada.
-La educación pública es la educación mayoritaria. Si queremos que el grueso de la sociedad esté formada no hay que descuidarla. Otra cosa es que la gente tenga la opción de elegir si quiere privada o concertada. Pero la pública no se puede quedar como una escuela de beneficencia, de leer y escribir, y el resto si quieres lo pagas.
-Pese a la defensa de lo público, después es paradójico que los padres prefieran los colegios concertados.
-Eso entra dentro de la libertad de elección de las personas. Pero plazas hay más públicas que concertadas y la gente de la pública está muy satisfecha.
-¿Qué opina de la segregación por sexo?
-Es una locura porque somos una sociedad plural. Si desde pequeños no enseñamos a convivir a los niños, mal camino llevamos.
-¿Y de que se mantengan las subvenciones o conciertos a estos centros?
-Si quieren subvención pública se tienen que adaptar a lo que se les diga.
-Respecto a la participación de las familias, ¿qué papel quieren tener en los centros?
-Sobre todo en la vida del centro escolar, tener conocimiento de lo que pasa. Generalmente lo suelen hacer bien pero si hay algún tema por lo menos que podamos decidir sobre eso. Intervenir a través de proyectos que se puedan presentar como padres para trabajar de manera conjunta. Tener un centro de puertas abiertas. Si a los padres se les ocurre un proyecto, que puedan colaborar. Es un punto de vista más. La educación no son sólo conocimientos, también se les da a los jóvenes herramientas para que sepan actuar en su vida. Y nosotros como padres también podemos ayudar y si participamos dentro del centro todavía mejor.
-¿Toda esta situación afecta al nivel educativo? Los últimos resultados del Informe PISA no dejan bien parados a los jóvenes españoles y andaluces.
-Los Informes Pisa hay que tomarlos con tranquilidad. No creemos que haya que hacer un mismo informe o balance para todos los países igual.
-¿Realmente ha bajado el nivel o la calidad educativa?
-Se demuestra que hay carencias que hay que paliar y arreglar. Hay muchas carencias y eso lo sufren los alumnos y en consecuencia el nivel de la educación.
-Las familias con la crisis cada vez tienen más dificultad y aumentan las peticiones de bonificación para comedores, transporte...
-El tema de los comedores se está convirtiendo en comedores sociales. Este problema de las subvenciones quizá no debería de depender sólo de Educación, quizá tendrían que entrar otras consejerías como Bienestar Social.
-Este invierno es noticia la situación de la calefacción en el Martín Vivaldi. ¿Hay más casos?
-El caso del Martín Vivaldi es peculiar por la no recepción del edificio por parte del Ayuntamiento. Está en un limbo. Pero deberían tener la calefacción, no pueden tener a las familias dando vueltas ni a los niños con frío. En la provincia hay tres centros con problemas de calefacción que nosotros tengamos constancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario