Hace un siglo que cuatro esquiadores granadinos se calzaron por primera vez unas primitivas tablas y se deslizaron por los Llanos de las Víboras
MANUEL TITOS MARTÍNEZ | GRANADA
Primera fotografÍa existente de esquiadores en Sierra Nevada, realizada por José González en 1925.:: FONDOS CETURSA
Conocemos la noticia por esa fuente insustituible de información para la historia contemporánea que son los periódicos. Concretamente para este caso, por la información que de ello dieron 'Gaceta del Sur' y 'El Defensor de Granada', en su edición del 3 de marzo siguiente.
Medio siglo de la estación
Para ello fue necesario que muchos políticos y no menos técnicos impulsaran un plan y elaboraran un conjunto de proyectos a los que los empresarios dieron posteriormente forma: el alcalde de Granada, Manuel Sola Rodríguez-Bolívar; el gobernador, José María Alfín Delgado; el delegado del Ministerio de Información y Turismo y catedrático, Antonio Gallego Morell; el rector, Emilio Muñoz Fernández; los arquitectos Miguel Olmedo Collantes y Miguel Goñu; el ingeniero José González.
Llega el impulso
El trabajo de todos ellos fue abriendo puertas y consiguiendo recursos en diferentes ministerios e instituciones hasta alcanzar la aprobación del primer Plan Sierra Nevada en 1959; la creación de la Zona Deportiva Municipal de Sierra Nevada en 1961, en la que se logró implicar hasta al propio jefe del Estado, Franco, a quien consiguieron llevar a almorzar al Albergue Universitario; la adquisición a la orden religiosa de las Adoratrices del terreno necesario para empezar los proyectos; la implicación del ministerio de Información y Turismo en 1962 en la construcción de un Parador Nacional; la aprobación del Plan Turístico de Sierra Nevada elaborado por la Comisión Interministerial de Turismo en 1964; y la aprobación del Plan de Ordenación Urbana del Centro de Interés Turístico Solynieve, aprobado mediante decreto de 28 de diciembre de 1965.
Los años heroicos
El esquí llegó en 1914, pero tardó algún tiempo en asentarse. De hecho, en la docena de años que siguen es esporádica la aparición de noticias sobre esquiadores en Sierra Nevada. En 1925 hay un evento de cierto nivel organizado por la Sociedad Sierra Nevada para los socios del club montañero madrileño Peñalara y desde 1928 se van a implicar en el fomento y desarrollo del esquí todas las sociedades montañeras granadinas, que entonces eran muchas y no siempre bien avenidas, principalmente el Club Penibético, la Alpinista Granadina y la veterana Sociedad Sierra Nevada, la más antigua de todas ellas, constituida en 1912, propietaria del único albergue que entonces existía en Sierra Nevada, en la cara norte de los Peñones de San Francisco, que se pudo utilizar desde 1915.
Desde aquellos momentos la historia del esquí en Sierra Nevada atraviesa por diferentes etapas en las que se puede organizar el conocimiento que se tiene sobre esta actividad. Una primera tuvo lugar entre 1928 y 1936, y es de tan intensa actividad y rivalidad deportiva, que alumbró el comienzo de las Semanas Deportivas Sierra Nevada, la competición por excelencia en la sierra granadina. Sierra Nevada, sin ningunas instalaciones mecánicas era un hervidero de competiciones, pruebas, concursos y actividad. Y ello pese a que las comunicaciones eran pésimas y los accesos peores. El albergue de la Sociedad Sierra Nevada estaba aislado y era de uso exclusivo para sus socios; el hotel del Duque, abierto en 1925, se hallaba fuera de la zona esquiable y era, por su precio, inaccesible a los recursos de los jóvenes esquiadores; únicamente cuando la carretera que construía el ingeniero Santa Cruz llegó al Collado de las Sabinas se pudo acceder con más comodidad y utilizar la 'casilla de peones camineros' construida en aquel lugar, que se convirtió en el refugio más apreciado: el albergue de las Sabinas. Unos años más tarde, el Universitario y el de Hoya de la Mora vinieron a completar un panorama 'hotelero', los albergues, que sería él único hasta finales de los años sesenta.
Entre 1939 y 1964 se asiste a una segunda etapa caracterizada por un renacimiento de la actividad montañera y esquiadora, con escasos medios técnicos y casi nulas instalaciones adecuadas. La tenacidad, la voluntad y el esfuerzo de los esquiadores de aquellas décadas permitió la revitalización deportiva de Sierra Nevada, el relanzamiento de las Semanas Deportivas y el comienzo de las pruebas de la Federación Internacional de Esquí, como prueba del respaldo internacional no a lo que Sierra Nevada era entonces sino a lo que podría llegar a ser.
El nacimiento de Cetursa
Entre 1964 y 1984, en Sierra Nevada se produjo una tercera etapa desde la perspectiva del esquí, con la creación, bajo la iniciativa privada, de la estación Solynieve, el nacimiento de la urbanización Pradollano, la erección de los primeros hoteles y edificios de apartamentos y la puesta en funcionamiento de las primeras infraestructuras deportivas en la zona de Borreguiles, con acceso a las mismas a través de diferentes medios mecánicos como telesillas y telecabinas. Sierra Nevada fue entonces sede de diversos acontecimientos deportivos importantes, como pudo ser la final de la Copa del Mundo de esquí alpino celebrada en 1977. Pero los recursos necesarios para hacer frente al desarrollo de las infraestructuras eran demasiado cuantiosos para que un accionariado local y de dimensión limitada pudiera hacerles frente, de manera que, aunque su capital fue aumentando progresivamente, desde finales de los sesenta la titularidad de las acciones de Cetursa fue acaparada por intereses franco-suizos a través del Banco de Indochina, primero, para retornar a manos de la iniciativa local en 1974 a través del Banco de Granada, entonces el más activo banco industrial que operaba en el Andalucía.
Si el comienzo de esta nueva etapa fue prometedor, la estación creció, se renovaron algunos medios mecánicos y entraron en servicio otros más modernos y eficaces, la crisis del Banco de Granada, producida en 1978, hirió a Cetursa durante varios años, en los que su propiedad pasó primero a la Corporación Financiera, administradora-propietaria de los bancos en crisis, al Fondo de Garantía de Depósitos más tarde y, finalmente, en 1981, al Banco Central, que pronto expresó sus intenciones de abrir la participación en el capital de Sierra Nevada a otras entidades y accionistas privados y a ceder en sus manos la gestión del negocio, como paso previo a una salida completa del mismo. Es así como en la primavera de 1985, tras más de un año de negociaciones, se dio luz verde a un acuerdo entre el Banco de Granada-Banco Central, Junta de Andalucía y otros organismos públicos y empresas privadas que se hicieron cargo de la estación de esquí en la que sería la quinta etapa de su historia en su medio centenar de años de vida. Una etapa en la que lo que preferentemente destaca es el compromiso que desde el sector público se ha tenido desde entonces con la estación de esquí. Por la Junta de Andalucía, principalmente, pero también por los ayuntamientos de Granada y Monachil, la Diputación Provincial de Granada y la antigua Caja General de Ahorros de Granada, integrada hoy en el Banco Mare Nostrum. Este compromiso ha permitido renovar y ampliar la estación hasta hacer posible que en 1996 se celebrara en sus pistas el Campeonato del Mundo de Esquí Alpino, única ocasión en España, que en 2015 se vaya a celebrar parcialmente la Universiada de invierno y que en 2017 venga a Sierra Nevada el Campeonato del Mundo de Snowboard y Freestyle.
A la cabeza del esquí español
Todo este esfuerzo, sustancialmente con capital público, ha hecho que Sierra Nevada, aspirante en tres ocasiones a la celebración de unos Juegos Olímpicos de Invierno (1976, 1992 y 2010), se encuentre hoy entre las principales estaciones de esquí en España:
·Sierra Nevada fue, durante la temporada 2012-13, la primera estación española en cuanto a número de visitantes por temporada con 906.700 adquisidores de forfait, seguida de Baqueira/Beret (784.339) y Formigal (511.186).
·También resulta la primera en cuanto a facturación por remontes, con 22,74 millones de euros, seguida de Baqueira/Beret con 21,97 y Formigal, próxima a los 20 millones.
·Es la segunda en cuanto a número de días abiertos, 147, teniendo por delante a Masella, en el Pirineo catalán con 151, y por detrás a Baqueira/Beret con 141. Este segundo puesto está referido a las dos últimas temporadas, pero si se analiza la serie histórica, Sierra Nevada ha ocupado durante la mayor parte del tiempo el lugar de cabecera en esta magnitud.
·La misma posición ocupa en lo que se refiere a la generación de empleo directo, con 580 trabajadores (154 fijos, 357 fijos discontinuos y 69 eventuales), tras Baqueira/Beret que tiene 604 (84/439/81) y por delante de Formigal con 184 (37/93/54). No obstante, si se llegara a computar para Sierra Nevada el personal de la hostelería integrada en Cetursa, el número total de empleos alcanzaría los 700, situándose también en el primer lugar entre las estaciones españolas.
·Es la tercera en cuanto a ingresos medios por visitante, con 25,08 euros, ocupando el primer puesto Baqueira/Beret con 28,02 y Valdesquí, en el Sistema Central, con 26,72 euros por visitante.
·Finalmente y según los datos relativos en este caso a la temporada 2011-12, Sierra Nevada ocuparía también el tercer lugar en cuanto a porcentaje de visitantes extranjeros con un 17,60 por 100, precedida por Baqueira/Beret con el 24 por 100, dada su evidente proximidad a Francia y Navacerrada con el 20 por 100, por su obvio también carácter de centralidad, junto a la capital de España.
Y de acuerdo con los estudios realizados por Eseca, que será necesario seguir actualizando pese a la desaparición de esta Sociedad, la actividad que se genera en torno a la estación de esquí de Sierra Nevada ha ascendido a 336,6 millones de euros durante la temporada 2011-12, de los que 245,7 corresponderían al entorno próximo, es decir, a la producción que tiene lugar en la propia estación, y el 90,9 al resto del territorio. Ello ha venido a representar el 1,12 por 100 del Valor Añadido Bruto de la provincia de Granada durante dicha temporada y del 1,84 por 100 del Producto Interior Bruto provincial a precios de mercado.
La gran apuesta
Está claro, por consiguiente, que la estación de esquí de Sierra Nevada es uno de los activos importantes con los que cuenta la producción y el empleo en la provincia de Granada, cuyo desarrollo, distanciándolo de pretensiones tan estériles como imposibles, deberá realizarse optimizando el uso de la estación y haciéndolo compatible con el sistema de protección establecido para el macizo penibético por el Parlamento de Andalucía, las Cortes Españolas y algunos organismos internacionales como la Unesco. Y no solamente por compromiso ambiental o sentimiento romántico, como algunos pudieran pensar, sino porque, como hace algún tiempo escribía en este mismo periódico, la protección de la naturaleza resulta, además, rentable.
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