sábado, 22 de abril de 2017

La semilla perdida granadahoy.com

MARILÓ MONTERO

El chocho que coma la próxima vez será para usted algo más valioso que dar beneficios a su organismo

Quizá ahora tenga frente a usted un cuenco de chochos en la barra del bar. Estoy convencida de que en su despensa habrá un tarro de ellos. Si mira la letra pequeña, verá que proceden de la Sierra de Ecuador. Para ser más concretos de las comunidades tan remotas como Cochas, Imbabura, Chilco y Pimampiro. De lo contrario puede que los chochos no sean los auténticos cuyas propiedades les hacen ser exclusivos. Esta legumbre es un alimento altamente nutricional, según lo avala la FAO. Cuando lo va picando en la barra y cree que toma agua, nada más, le diré que está ingiriendo uno de los alimentos más nutritivos del mercado. Casi el 50% es proteína, contiene carbohidratos, vitaminas, minerales como el hierro, zinc y fósforo además de los ácidos grasos esenciales . Estoy hablando del Omega 3, 6 y 9 a lo que hay que sumar que son precursores de los ácidos ALA, EPA y la popular DHA. En conclusión, que esta legumbre es uno de los alimentos más beneficiosos para nuestro organismo, y sin gluten.
Hace siglos que existe ésta planta en las montañas de Ecuador que ni el propio Gobierno conocía. Los ecuatorianos que habitan en éstas zonas ubicadas a 2.400 y 3.500 metros de altitud, con una situación nutricional más que deficiente, veían largas plantas creciendo en sus arenosas y secas que nada aportaban a sus cultivos. El Fondo de Naciones Unidas para el Objetivo de Desarrollo Sostenible llegó hasta la Sierra de Ecuador, donde les ayudó a recuperar la semilla perdida recuperando su producción en nuevas cosechas que en principio han dado de comer a todas éstas familias mejorando la situación nutricional de sus hijos. Aida Sandoval, Diana Lechón o Maruticio Celín han sembrado semillas en grandes extensiones por primera vez en siglos viviendo con la emoción de que saben producir quintales de semillas cuyas ganancias suman ochenta dólares por quintal. Ya conocen la técnica, han recuperado esta rica semilla mantenida a pesar de los cambios climatológicos que les ha ayudado a poder alimentarse y generar ingresos. Sus tierras arenosas y secas son ahora fértiles por otra propiedad sorprendente del chocho y es que fija el nitrógeno atmosférico enriqueciendo el suelo aumentado su productividad. Es uno de los mejores abonos verdes. El chocho que coma la próxima vez será para usted algo más valioso que dar beneficios a su organismo. Contribuirá a la sostenibilidad de toda una comunidad ecuatoriana que moría de hambre.

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