Los investigadores demuestran con informes recientes la importancia del Observatorio de Calar Alto La producción científica ha evolucionado de las 42 publicaciones en 2007 a 62 en 2011
IVÁN GÓMEZCalar Alto, en la imagen, depende del Instituto de Astrofísica de Andalucía con sede en Granada.
"Calar Alto ha sido uno de los principales motores de la investigación astronómica en España durante los últimos cuarenta años y, actualmente, gracias a las inversiones realizadas por el CSIC y la sociedad alemana Max Planck, es un observatorio de referencia en Europa y uno de los pilares observacionales de la investigación astrofísica de alto nivel que se realiza en nuestro país". Directo y contundente. La carta enviada al Gobierno por el presidente de la Sociedad Española de Astronomía, Javier Gorgas, en representación de los más de 700 astrónomos profesionales de nuestro país, califica el nuevo convenio firmado por el CSIC y Max Planck como un duro revés para la investigación por la insuficiente financiación que se contempla para lo que entiende como una "compleja estructura plenamente amortizada y totalmente engrasada". No ha sido el único que en los últimos días ha querido manifestar al Ejecutivo su indignación por una medida que se ha adoptado sin atender al interés científico de la instalación.
El Comité Asesor de Infraestructuras Singulares del Gobierno preveía una revisión de las infraestructuras científico-técnicas singulares en junio, pero la decisión ya estaba tomada sin esperar a la resolución. De hecho, ni el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ni la Secretaría de Estado de Investigación han consultado a la comunidad científica a la que, además, se le ocultó la triste realidad del convenio en la reunión del 27 de mayo de la Comisión Nacional de Astronomía. Y es que un reciente informe de la Red de Infraestructuras de Astronomía sobre la productividad científica deja bien claro que Calar Alto es un valor al alza, al igual que lo argumentado en el informe europeo ASTRONET en el que se recomienda seguir apoyando las capacidades observacionales únicas de los telescopios del Observatorio. Y es que los recortes llegan en su mejor momento.
Según los datos recogidos en el informe RIA, la producción científica que ha generado en el sistema español de I+D+i ha pasado de 42 publicaciones en 2007 a las 62 de 2011. Y no sólo eso. Además, un 50% de las publicaciones cuentan con liderazgo (primer autor) español en los tres últimos años analizados. Según el estudio el Centro Astronómico Hispano Alemán, los datos de 2011 confirmaron un incremento después de años de descenso con respecto a 2007, principalmente por los trabajos realizados en los telescopios de 3.5 y 2.2 metros de abertura.
Otro informe del Instituto de Astrofísica de Andalucía del 25 de febrero destaca los beneficios para la ciencia y la tecnología en España de la participación en el Centro Astronómico Calar Alto. Detalla el desarrollo de nuevos instrumentos como la cámara infrarroja de gran campo PANIC, que verá la luz este año, para dar servicio a programas que cubren una amplia variedad de objetivos, desde el estudio de cuerpos en el Sistema Solar hasta objetos muy lejanos en el Universo. Llena el nicho, según el informe andaluz, al que otros equipos internacionales no van a poder acceder hasta dentro de unos años. A estos instrumentos suman el programa Legado CALIFA, un estudio de unas 600 galaxias que permite obtener información de alta calidad sobre sus poblaciones estelares con más de un centenar de investigadores involucrados. El Instituto de Astrofísica de Andalucía considera que es el proyecto a largo plazo de más éxito de la historia del Observatorio.
El informe que firma la directora del IAA, Matilde Fernández, explica que las inversiones hechas en los años pasados, tanto de personal como presupuestarias, apenas han empezado a dar sus frutos: "La parte más importante está por llegar en los próximos años". De hecho, el Instituto de Astrofísica de Andalucía ha explicado que el Observatorio cuenta con excelentes informes de evaluación externa realizados en los últimos cinco años, a petición del propio Comité Científico Asesor y del Ministerio de Ciencia e Innovación, hoy de Economía y Competitividad.
Los sólidos argumentos contra el nuevo acuerdo de CSIC y Max Planck, que implicará una nueva orden del Consejo de Ministros tras adquirir el 27 de mayo de 2011 compromisos de gasto con cargos a ejercicios futuros por importe de 8,2 millones de euros, no sólo llegan de las instituciones del ámbito científico. También los investigadores se suman a título particular y ya han recogido más de 6.000 firmas de apoyo.
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