Entrevista. Rafael Fernández, recién elegido presidente de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Granada, es una persona muy preparada y con un gran bagaje empresarial
MARGARITA LOZANO
El pasado martes día 5 de noviembre fue elegido como nuevo presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vinos de Granada Rafael Fernández Sánchez, responsable de la bodega Fernández-Herrero, situada en la comarca de Baza-Huéscar, y conocida por sus vinos comercializados bajo la marca Irving.
Como ha venido informando este periódico durante los últimos días, este cambio de riendas en el Consejo Regulador viene provocado por el cese del antiguo presidente, Javier Rodríguez, cuya bodega Pago de Almaraes abandonó la Denominación de Origen obligando, como exigen los estatutos y normativas del Consejo Regulador, a elegir otro presidente cuya bodega sí se encontrara amparada bajo la DOP.
La elección del nuevo presidente fue por unanimidad de la asamblea. Rafael Fernández es una persona muy preparada y con un gran bagaje empresarial. Fue director general de Carreteras a finales de los 80 y miembro de la dirección de la Confederación Española de Empresarios durante dos décadas.
-Ante todo felicitarle por su nombramiento, que además, según tengo entendido, ha sido por unanimidad. ¿Qué supone para usted ser presidente de la DOP Vinos de Granada?
-En primer lugar es un honor contar con la confianza de todos mis compañeros de la Asociación; pero al mismo tiempo siento una gran preocupación por la responsabilidad de dirigir al órgano gestor de la DO Vinos de Granada en unos momentos muy delicados.
-La salida del anterior presidente, Javier Rodríguez, ha estado envuelta en bastante polémica. ¿Cuál es la postura del Consejo Regulador ante lo sucedido?
-La salida del anterior presidente ha sido motivada al descalificar a la bodega a la que representaba la entidad certificadora Sohiscert. Relacionado con los posibles motivos de polémica a los que alude, creo que es prematuro tener una posición bien fundada. La Junta Directiva ha acordado encargar una auditoría a una entidad especializada de reconocido prestigio y estaremos a la espera de sus conclusiones.
-¿Ha habido algún otro cambio en la Junta Directiva del Consejo?
-Aparte de la sustitución del presidente ha habido un pequeño reajuste en las vocalías que quedaban vacantes. La Asamblea no consideró prudente hacer mas reajustes de cargos en estos momentos.
-Y dejando de lado la polémica, pasemos a lo positivo y constructivo. ¿Cuál sería el logro que más le satisfaría durante su presidencia?
-Lógicamente mi ilusión sería lograr la consolidación definitiva de la DO consiguiendo de la Junta de Andalucía el máximo nivel establecido en la Ley del vino, integrando a las bodegas que actualmente están fuera pero que tienen calidad reconocida para poder estar dentro de la DO.
-En marzo se prevé que se obtenga la Denominación de Origen de forma.
-Bueno, como he dicho, es alcanzar la meta después de más de diez años de esfuerzos, pasando de la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra a la DOP Vinos de Calidad de Granada, que es la actual, hasta una Denominación de Origen Calificada como Rioja o Priorato.
-En la DOP Vinos de Granada hay mucha diversidad, dada por las diferencias climáticas, orográficas y de la composición de suelos de las diferentes zonas. ¿Qué rasgos diría usted que tienen todos los vinos de la DOP en común?
-Efectivamente, en la DO actual se integraron varias IGP Vinos de la Tierra, pero todas tienen que cumplir los mismos estándares de calidad y usar las mismas variedades de uva, pero las diferentes altitudes y suelos aportan a los vinos condiciones organolépticas diferentes. Somos más variados que los Riojas o los Riberas de Duero, por citar a otras dos denominaciones.
-¿Cuál es el mayor hándicap de nuestros vinos a la hora de competir en el mercado con otros vinos españoles? ¿El precio, el origen?
-Una denominación nueva tiene como hándicap que no es conocida en las demás partes de España y existe la costumbre de pedir vinos de las denominaciones más conocidas. Es difícil de conseguir tanto del público como de los restauradores. Aparte está la cuestión de competir en precio con bodegas gigantes que hacen varios millones de botellas al año, cuando nuestras bodegas más grandes hacen con dificultad algunos cientos de miles. Las bodegas casi artesanales, como una gran mayoría de las nuestras, compiten de sobra en calidad, aunque sean ligeramente más altas de precio. Pero hoy día es una excusa los altos precios en origen de nuestros vinos cuando se tienen que vender los vinos jóvenes a precios en bodega inferiores a los tres euros, es decir, menos de 50 céntimos la copa.
-La promoción hoy en día es fundamental, tanto para mantenerse como para introducirse en los diferentes mercados, sea a nivel nacional como internacional. Dígame cuáles son las iniciativas que está llevando a cabo el Consejo Regulador en este sentido y cuáles se prevén para un futuro.
-La DO, con la ayuda de la Junta, ha desarrollado en años anteriores diversas campañas para promocionar genéricamente nuestros vinos. Asistimos a ferias nacionales y a algún salón internacional, se organizan jornadas de degustación como la que todos los años celebramos en una carpa junto al río Genil, se proporciona vino genérico de la DO para varias actividades de difusión o enseñanza en escuelas de hostelería, de sumilleres, etc. Pero en esto de la promoción las marcas son las que tienen que hacer el mayor esfuerzo y ahí nos encontramos con el problema del tamaño. La mayoría de las bodegas no tienen ni estructura ni volumen para campañas de promoción ni nacionales ni mucho menos para el mercado de exportación, con la excepción de algunos casos brillantes pero escasos. La actual situación de recortes presupuestarios en todas las partidas hace más difícil conseguir ayudas oficiales para campañas de promoción.
Como ha venido informando este periódico durante los últimos días, este cambio de riendas en el Consejo Regulador viene provocado por el cese del antiguo presidente, Javier Rodríguez, cuya bodega Pago de Almaraes abandonó la Denominación de Origen obligando, como exigen los estatutos y normativas del Consejo Regulador, a elegir otro presidente cuya bodega sí se encontrara amparada bajo la DOP.
La elección del nuevo presidente fue por unanimidad de la asamblea. Rafael Fernández es una persona muy preparada y con un gran bagaje empresarial. Fue director general de Carreteras a finales de los 80 y miembro de la dirección de la Confederación Española de Empresarios durante dos décadas.
-Ante todo felicitarle por su nombramiento, que además, según tengo entendido, ha sido por unanimidad. ¿Qué supone para usted ser presidente de la DOP Vinos de Granada?
-En primer lugar es un honor contar con la confianza de todos mis compañeros de la Asociación; pero al mismo tiempo siento una gran preocupación por la responsabilidad de dirigir al órgano gestor de la DO Vinos de Granada en unos momentos muy delicados.
-La salida del anterior presidente, Javier Rodríguez, ha estado envuelta en bastante polémica. ¿Cuál es la postura del Consejo Regulador ante lo sucedido?
-La salida del anterior presidente ha sido motivada al descalificar a la bodega a la que representaba la entidad certificadora Sohiscert. Relacionado con los posibles motivos de polémica a los que alude, creo que es prematuro tener una posición bien fundada. La Junta Directiva ha acordado encargar una auditoría a una entidad especializada de reconocido prestigio y estaremos a la espera de sus conclusiones.
-¿Ha habido algún otro cambio en la Junta Directiva del Consejo?
-Aparte de la sustitución del presidente ha habido un pequeño reajuste en las vocalías que quedaban vacantes. La Asamblea no consideró prudente hacer mas reajustes de cargos en estos momentos.
-Y dejando de lado la polémica, pasemos a lo positivo y constructivo. ¿Cuál sería el logro que más le satisfaría durante su presidencia?
-Lógicamente mi ilusión sería lograr la consolidación definitiva de la DO consiguiendo de la Junta de Andalucía el máximo nivel establecido en la Ley del vino, integrando a las bodegas que actualmente están fuera pero que tienen calidad reconocida para poder estar dentro de la DO.
-En marzo se prevé que se obtenga la Denominación de Origen de forma.
-Bueno, como he dicho, es alcanzar la meta después de más de diez años de esfuerzos, pasando de la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra a la DOP Vinos de Calidad de Granada, que es la actual, hasta una Denominación de Origen Calificada como Rioja o Priorato.
-En la DOP Vinos de Granada hay mucha diversidad, dada por las diferencias climáticas, orográficas y de la composición de suelos de las diferentes zonas. ¿Qué rasgos diría usted que tienen todos los vinos de la DOP en común?
-Efectivamente, en la DO actual se integraron varias IGP Vinos de la Tierra, pero todas tienen que cumplir los mismos estándares de calidad y usar las mismas variedades de uva, pero las diferentes altitudes y suelos aportan a los vinos condiciones organolépticas diferentes. Somos más variados que los Riojas o los Riberas de Duero, por citar a otras dos denominaciones.
-¿Cuál es el mayor hándicap de nuestros vinos a la hora de competir en el mercado con otros vinos españoles? ¿El precio, el origen?
-Una denominación nueva tiene como hándicap que no es conocida en las demás partes de España y existe la costumbre de pedir vinos de las denominaciones más conocidas. Es difícil de conseguir tanto del público como de los restauradores. Aparte está la cuestión de competir en precio con bodegas gigantes que hacen varios millones de botellas al año, cuando nuestras bodegas más grandes hacen con dificultad algunos cientos de miles. Las bodegas casi artesanales, como una gran mayoría de las nuestras, compiten de sobra en calidad, aunque sean ligeramente más altas de precio. Pero hoy día es una excusa los altos precios en origen de nuestros vinos cuando se tienen que vender los vinos jóvenes a precios en bodega inferiores a los tres euros, es decir, menos de 50 céntimos la copa.
-La promoción hoy en día es fundamental, tanto para mantenerse como para introducirse en los diferentes mercados, sea a nivel nacional como internacional. Dígame cuáles son las iniciativas que está llevando a cabo el Consejo Regulador en este sentido y cuáles se prevén para un futuro.
-La DO, con la ayuda de la Junta, ha desarrollado en años anteriores diversas campañas para promocionar genéricamente nuestros vinos. Asistimos a ferias nacionales y a algún salón internacional, se organizan jornadas de degustación como la que todos los años celebramos en una carpa junto al río Genil, se proporciona vino genérico de la DO para varias actividades de difusión o enseñanza en escuelas de hostelería, de sumilleres, etc. Pero en esto de la promoción las marcas son las que tienen que hacer el mayor esfuerzo y ahí nos encontramos con el problema del tamaño. La mayoría de las bodegas no tienen ni estructura ni volumen para campañas de promoción ni nacionales ni mucho menos para el mercado de exportación, con la excepción de algunos casos brillantes pero escasos. La actual situación de recortes presupuestarios en todas las partidas hace más difícil conseguir ayudas oficiales para campañas de promoción.
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