domingo, 26 de julio de 2015

29 municipios libres de 'hipotecas' granadahoy.com

La deuda viva de los ayuntamientos granadinos con los bancos se ha duplicado en los últimos seis años, aunque hay unas pocas entidades locales que se resisten
GUADALUPE S. MALDONADO GRANAda

Vivir sin ataduras financieras en el ámbito municipal es posible. No es habitual y, según que casos, es prácticamente inviable, pero se puede. 29 ayuntamientos de la provincia de Granada están libres de 'hipotecas'. 29 ayuntamientos funcionan, con mayor o menor soltura, sin tirar de préstamos con las entidades financieras, sin engrosar una deuda viva que, en muchos otros casos, lastra el futuro de las arcas municipales. Esos 29 ayuntamientos son, por supuesto, una excepción. La deuda cero que mantienen con los bancos los consistorios de Agrón, Albuñán, Albuñuelas, Alicún de Ortega, Almegíjar, Beas de Granada, Cáñar, Carataunas, Cástaras, Chimeneas, Darro, Dehesas de Guadix, Ferreira, Huéneja, Ítrabo, Jete, Juviles, Lecrín, Lentegí, Lobras, Marchal, Nigüelas, Otívar, Pulianas, Torvizcón, Turón, Víznar, Morelábor y Valderrubio es una rareza. Porque lo habitual en el ámbito local, y más después de tres planes de pago a proveedores que han trasladado la deuda que mantenían las entidades con las empresas a los bancos, es funcionar a golpe de préstamos financieros. 

En toda la provincia, la deuda de los ayuntamientos con las entidades financieras supera los 629,1 millones de euros. Los datos que publica periódicamente el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas demuestran que al cierre de 2014 las entidades locales granadinas habían conseguido reducir de forma considerable su deuda con los bancos, pero también que la losa que arrastran ahora los consistorios ha crecido de forma exponencial durante los años de la crisis. 

En comparación con el año 2013, el nivel de endeudamiento financiero de los ayuntamientos de la provincia ha mejorado un 4,2%, reduciendo la deuda total en 27,3 millones de euros respecto al cierre del año 2013. Sin embargo, ese descenso apenas ha logrado corregir la espectacular evolución que han experimentado las cargas financieras municipales desde que comenzó la crisis. Porque en el año 2008 la deuda viva conjunta de los ayuntamientos de Granada apenas superaba los 322,4 millones de euros. Es decir, que en seis años, las necesidades de liquidez de los consistorios granadinos, sumadas al efecto de los planes de pago a proveedores, han elevado su deuda con los bancos más de un 95%. Dicho de otra forma: en los últimos seis años, el endeudamiento municipal con las entidades financieras prácticamente se ha duplicado. 

De este balance se salvan pocos ayuntamientos, con la excepción de los 29 que han logrado reducir a cero su deuda o mantenerla así durante toda la crisis, como es el caso concreto de Albuñán, Alicún de Ortega, Carataunas, Cástaras, Darro, Dehesas de Guadix, Huéneja, Ítrabo, Juviles, Lentegí, Lobras, Turón y Morelábor. 

De los 172 municipios granadinos, sólo hay siete ayuntamientos que no han conseguido reducir su deuda en el último ejercicio (Aldeire, que ha registrado un incremento del endeudamiento del 1.885%; Almuñécar, con un incremento del 40,4%; Baza, con un 44,1%; Busquístar, con un 64,4%; Guadahortuna, con un 29,4%; Salar, con un 12,4%; y El Pinar, con un 111,1%). 

Asimismo, apenas hay 47 ayuntamientos que en los últimos seis años hayan logrado reducir una deuda que se ha disparado en la mayoría de las localidades. 

De hecho, hay aumentos espectaculares de la deuda viva en el periodo 2008-2014. En Atarfe, Fonelas, Fuente Vaqueros, Villanueva de las Torres, Cuevas del Campo, Otura, Castril y Cádiar -todos con deudas muy diferentes que van desde los 20,8 millones de Atarfe a los 98.000 euros de Villanueva de las Torres-, el incremento de la dependencia financiera de los bancos supera el 1.000%, destacando especialmente la evolución de Atarfe, donde la deuda ha crecido un 5.629% desde 2008 y Fonelas, con un aumento del 4.044%. 

Evidentemente, la mayores deudas bancarias corresponden a los mayores municipios de la provincia. El listado lo encabeza la capital, con una deuda viva de 251,4 millones de euros al cierre de 2014. Le siguen Almuñécar (44,7 millones), Motril (23,9), Baza (23,4), Atarfe (20,8), Armilla (20,4), Loja (18,8), Maracena (13,9), Salobreña (13,3) y Otura (11,4), que completan el 'Top Ten' de los municipios con mayores losas financieras. 

Claro que otra cosa es la deuda por habitante. Ahí el listado cambia considerablemente y se aleja de la obviedad -cuanto mayor es el municipio, mayor es la deuda total- para arrojar datos sorprendentes. Según los datos del Ministerio de Hacienda, el municipio granadino con mayor deuda por habitante es La Tahá, que con una población de 663 personas tiene una deuda de casi 1,7 millones de euros. Esto da como resultado una deuda media de 2.537,3 euros por vecino. Le siguen Otura (1.665,3 euros por habitante), Almuñécar (1.643,9), Rubite (1.254,1), Castilléjar (1.251,0), Sorvilán (1.228,9), Polopos ( 1.204,8), Alhendín (1.199,6), Atarfe (1.183,7) y Cortes y Graena (1.168,2). Según los datos de Hacienda, en Granada hay un total de 17 municipios cuya deuda viva media por habitante supera los 1.000 euros, una cifra bastante alejada de la media provincial, que se sitúa en los 684,3 euros por habitante. 

En este ranking la clave está en los últimos puestos, en esos 29 municipios que están en blanco con los bancos. La verdadera pregunta no es cómo los municipios más endeudados han conseguido deberle tanto dinero a las entidades financieras, sino cómo los municipios con deuda cero se han librado de recurrir a los bancos para afrontar el día a día. El alcalde de Ítrabo, uno de los municipios que ha mantenido a cero su deuda con los bancos desde 2008, asegura que la premisa es bastante sencilla: "gastar sólo lo que se tiene". Antonio Jesús Carrascosa, que justo lleva ocho años en el cargo, apunta que en todo este periodo no sólo no se ha contraído deudas con los bancos, sino que además tampoco se han subido impuestos ni tasas. "Lo que hemos hecho es no gastar el dinero que no teníamos". De hecho, el alcalde indica que las arcas del Ayuntamiento están lo suficientemente saneadas como para tener un millón de euros de liquidez "para imprevistos y compras de terrenos". Con todo, Carrascosa asegura que sí se han hecho inversiones en el pueblo, pero que se ha intentando en todo momento que fueran subvencionadas para no tener que endeudarse. 

"Cuando llegué el Ayuntamiento tenía solvencia económica y hemos intentado no meter la pata. Quizá una de las claves sea que mientras otros ayuntamientos crecieron mucho en temas inmobiliarios, aumentado sus plantillas y sus nóminas, aquí no lo hicimos. No hemos engordado el Ayuntamiento", explica el alcalde. Además, el municipio, que paga a sus proveedores en un plazo medio de 30 o 35 días, tampoco se acogió al plan de pagos. "Hemos gestionado el Ayuntamiento con normalidad, extrapolando cómo llevaría las cuentas cada uno". 

Esa receta, la de llevar un Ayuntamiento como si fuera el propio hogar, también ha sido la aplicada por la alcaldesa de Nigüelas, Rita Rodríguez. "Ha sido fácil, es cuestión de minimizar los gastos y darle prioridad a los realmente importantes. Nos hemos apretado el cinturón para no gastar en cosas que no eran necesarias". En 2008, el Ayuntamiento de Nigüelas tenía una deuda viva de 244.000 euros. Hoy se ha reducido a cero y pagan a sus proveedores en un plazo inferior a los 15 días. "Hemos ido haciendo lo que podíamos y hemos pagado lo que teníamos de deuda", indica Rodríguez, que asegura que, por ejemplo, el Ayuntamiento ha comenzado a construir su nueva casa de la cultura por fases para no perjudicar demasiado las arcas municipales. "Prefiero no hacer una obra a deberla. Nuestra prioridad ha sido no deberle a nadie". 

La alcaldesa de Nigüelas, que acaba de iniciar su tercera legislatura, asegura que, con todo, el Ayuntamiento ha invertido en proyectos como los nuevos jardines con auditorio, la ampliación del cementerio o la mejora del alumbrado y el saneamiento de buena parte de las calles del municipio. Después de 24 años en el cargo, el alcalde de Lecrín, Salvador Rodríguez, sabe de lo que habla cuando dice que un Ayuntamiento debe gestionarse "como una empresa que no tiene ganancias", pero como una empresa al fin y al cabo. "No tienes que hacer grandes cosas, sino las que realmente hacen falta en el municipio", apunta Rodríguez, que recuerda que cuando llegó al cargo el Ayuntamiento tenía una deuda "superior a 300 millones de las antiguas pesetas" y que ahora tienen una liquidez de más de un millón y medio de euros en el banco. "Hemos aumentado el patrimonio municipal, hemos hecho pistas deportivas y hemos creado puestos de trabajo", indica Salvador Rodríguez, que asegura que el Ayuntamiento paga ahora a los proveedores -que no querían saber nada del Consistorio cuando llegó al cargo- cada 15 o 20 días. "Ahora tenemos que ser nosotros los que los llamamos para que vengan a cobrar".

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