lunes, 12 de octubre de 2015

"Los Libros plúmbeos fueron una enorme palanca de recristianización" granadahoy.com

l catedrático acaba de ingresar en la Academia Andaluza de la Historias Autor prolífico, ha realizado una treintena de títulos entre monografías de investigación y libros de divulgación
BRÍGIDA GALLEGO COÍN GRANADA
Manuel Barrios destaca su compromiso social como historiador.

Manuel Barrios Aguilera es catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada, jubilado. El pasado viernes leyó su discurso de ingreso en la Academia, en un solemne acto celebrado en el Colegio San Bartolomé y Santiago, al igual que Manuel Titos Martínez, catedrático de Historia Contemporánea. A ambos, contestó el profesor y académico numerario, José Calvo Poyato. 

Autor prolífico, Manuel Barrios Aguilera ha publicado una treintena de títulos entre monografías de investigación y libros de divulgación, opción que considera "compromiso social del historiador". Preocupado de la escasa incidencia que la historia académica tiene en la sociedad y del retroceso de las disciplinas humanísticas en los planes de estudios dentro de la "onda antihumanística que nos envuelve", asegura desde su experiencia como profesor: "La indefinición de los estudios universitarios sometidos a un interminable vaivén de planes y contraplanes de escasa duración, contribuyen al empobrecimiento de los conocimientos, a la pérdida de identidad en una universidad que siempre se preció de ello y que vivió tiempos muy brillantes". "La Universidad de Granada -añade- sigue siendo un punto fuerte de nuestro desarrollo, seña inequívoca de la identidad de nuestra ciudad". 

Con una biblioteca de más de siete mil volúmenes, ha dedicado cuarenta años a la enseñanza e investigación histórica, empeñado en colocar el Reino de Granada dentro de la Historia de España. Empezó estudiando las repoblaciones de los Reyes Católicos y Felipe II. "De de ahí derivé, como era obligado, a los moriscos, mundo apasionante que he completado con el estudio de los Libros plúmbeos del Sacromonte y sus derivaciones falsarias que llegan hasta la segunda mitad del siglo XVIII con los fraudes de la Alcazaba del Albaicín, y en ello sigo". 

Su último libro, La invención de los Libros plúmbeos. Fraude, historia y mito, editado en 2011 por la Universidad de Granada, se ocupa de estos sucesos. "He procurado sintetizar todo lo hasta ahora escrito, poniendo orden en una bibliografía muy abundante y generalmente competente, pero demasiado dispersa, añadiendo nuevas investigaciones que ofrecieran luz sobre algunas no resueltas". 

Sostiene el profesor Barrios que aunque los Libros plúmbeos pudieron ser en su origen un intento de mistificación islámico, el arzobispo Pedro de Castro los convirtió en palanca de recristianización de una sociedad que entendía como demasiado islámica. "Obró una paradoja recristianizadora, barroca y postridentina, borrando todo vestigio de la civilización antecesora, convirtiendo Granada en una avanzada del más estricto integrismo católico". La situación privilegiada de este arzobispo burgalés y "cristiano viejo", su poder político y eclesiástico le permitieron actuar con energía. Su gran logro fue la Abadía del Sacromonte, "convertida en guardiana y estímulo de su obra, hasta el exceso". 

A Manuel Barrios, intelectualmente muy vivo, le duele el éxodo de las gentes del Oriente Próximo, huyendo de la persecución política y de la guerra, que considera una tragedia brutal. Cuando le pregunto por la expulsión de los moriscos, primero del Reino de Granada y luego de España, y su posible semejanza con la situación actual, rechaza las comparaciones, para no incurrir en anacronismos. "Cada tiempo tiene sus características. En efecto, tampoco los moriscos expulsos fueron bien acogidos en los lugares de destino. Ciertas comunidades se aprovecharon de forma inmisericorde de su desgracia. También hubo excepciones, como la de Túnez, que reconoció la superioridad de su cultura y aprovechó su trabajo y capacidades". Rechaza de plano cualquier lectura interesada del penoso éxodo sirio: "Decir que es una invasión islámica silenciosa me parece un pensamiento reaccionario, inhumano y ofensivo; un desvarío y una vileza; pero hay gente para todo". 

Como historiador, no entra en la propuesta de conceder la nacionalidad española a los judíos sefarditas: "Suelen ser interesadas y de oportunismo político. Me interesa más reforzar lazos, reconocer que nuestra civilización es fruto del mestizaje de las culturas cristiana, musulmana y judía. Que mal que bien convivieron, o coexistieron, en la península durante siglos, con préstamos y aportes mutuos incuestionables e irreversibles. Ya lo señaló Américo Castro y en ello creo". Por ello se siente orgulloso del Congreso de Moriscos, organizado por El Legado Andalusí, en 2009, que reunió más de ochenta especialistas de los mundos occidental y árabe para debatir cuestiones históricas fundamentales. "Fue un modo de acercamiento y entendimiento entre dos mundos que tantas veces se dan la espalda. Habría que repetir la experiencia y no dejar caer en el olvido El Legado Andalusí". 

Entre los títulos más divulgados de Manuel Barrios se encuentran Los falsos cronicones contra la historiaLa convivencia negada. Historia de los moriscos del Reino de GranadaLa suerte de los vencidos. Estudios y reflexiones sobre la cuestión morisca, y los tres volúmenes de la Historia del Reino de Granada donde participan 54 prestigiosos especialistas. 

Concluye Barrios esta entrevista agradeciendo a la Academia Andaluza de la Historia el honor que le hace con su acogida y a todos los que colaboraron en el brillante acto académico, en especial, al profesor José Luis Pérez-Serrabona, director-rector del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago "por su extraordinaria colaboración, a Manuel Titos por su amistad, al profesor José Calvo Poyato por su comprensión y a la rectora de la Universidad, Pilar Aranda, por honrar con su presidencia el acto".

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