viernes, 21 de febrero de 2014

"Hurtado de Mendoza, ante todo, era fiel al ser humano" granadashoy.com

La editorial Almed publica la nueva novela del autor, donde recorre la vida del noble granadino que fue autor de 'El lazarillo de Tormes'.
G. CAPPA / GRANADA
Carlos Ballesta, ayer en el Colegio de Médicos de Granada.
Además de escritor, Carlos Ballesta es cirujano en la Clínica Teknon de Barcelona. Antes de operar a un paciente le pide que piense en algo relajante, como unas vacaciones en la playa, para que el despertar de la anestesia sea más plácido. Esta técnica la ha usado para escribir Diego Hurtado de Mendoza. El hombre del emperador (Almed); se dormía elucubrando con la novela y, al despertar, las tramas más complejas ya se habían resuelto. Una suerte de autohipnosis para viajar de noche al siglo XVI y regresar a tiempo de despertarse y escribir sus impresiones. 

-¿Qué perfil ha dibujado de Diego Hurtado de Mendoza? ¿Era un personaje contradictorio? 

-Ante todo era un hombre muy culto, era hijo del marqués de Mondéjar, que fue quien trajo a todos los sabios humanistas a Granada. Fue embajador de Carlos V y quien negoció el matrimonio del futuro Felipe II, fue representante en Siena, Venecia... También hablaba hebreo, latín, árabe, inglés o francés y conoció a los personajes más importantes del siglo XVI, como Miguel Ángel o el Papa. 

-¿Cómo pasan por la novela personajes que son tan conocidos? 

-Todos los personajes que salen en la novela son reales, de Miguel Ángel al esclavo. Todos aparecen alrededor de Diego Hurtado de Mendoza, que viajó por toda Europa y que, por otro lado, fue el autor de El lazarillo de Tormes. 

-Siendo un hombre tan fiel a Carlos V, llama la atención que escribiera una obra tan demoledora y tan crítica con su tiempo como 'El lazarillo'. 

-Él es un escritor muy riguroso, es un periodista crítico de su época. Se encuentra con un clero, una iglesia y una sociedad que no son las ideales. Una de las misiones que le encomienda Carlos V es que investigue la situación de los conventos, donde ingresan familiares de los nobles, gente que puede pagar una dote o jóvenes embarazadas que ingresan para salvar el honor de la familia a cambio de donaciones. Yo he estudiado la historia, no puedo modificarla, y lo único que puedo hacer al escribir la novela es ser tan crítico como Hurtado de Mendoza. Pero en la novela empleo muchos trucos y terminología médica; por ejemplo, en Medicina, cuando una mujer no puede tener hijos, se habla de impotencia coheundi o de impotencia generandi, que el hombre no puede tener una erección o que es estéril. Yo invento una nueva palabra, la impotencia homini, que es la del anciano que, por edad, no puede fecundar a la jovencita, y con esto invento una serie de historias que pongo en boca de Lázaro, pero los versos que acompañan esta historia son de Diego Hurtado de Mendoza. La gente desconoce que la historia de la gallina de los huevos de oro nace con él, porque contaban que Solimán el Magnífico, el gran emperador turco, le había regalado un ave exótica que ponía huevos de oro. Gastaba tanto dinero en comprar a los políticos de Venecia que decían que todo este oro tenía que proceder de este ave. 

-¿Es cierto que Felipe II urdió una trama para apropiarse de la biblioteca de Hurtado de Mendoza? 

-Felipe II era un coleccionista, basta decir que tenía 7.000 reliquias de santos. Hurtado de Mendoza era muy rico, su familia era propietaria de media Granada, y Felipe II le pide que le regale su biblioteca. Al morir, como no tenía hijos, en su testamento nombró a Felipe II su heredero universal. Pero para quedarse con la biblioteca tiene también que heredar una gran deuda, porque fue acusado, sin ninguna base, de robar un dinero. 

-La trama de la novela gira en torno al arma biológica del momento, la sífilis, con la que unos conspiradores planean asesinar a la familia del emperador. ¿Cómo pensaban hacerlo si Carlos V era un hombre adusto y nada promiscuo? 

-La sífilis se reproduce con la humedad y el calor, si hace frío no se puede coger la sífilis tan fácilmente. Por eso, si los barcos llegaban de las Indias en época de calor, era bastante más fácil coger esta enfermedad. Se sabe que el hijo de Carlos V que murió era bastante pendenciero, así que yo imagino que el plan es infestar a este personaje para que a su vez infeste a toda la familia. 

-¿Los integristas religiosos de la época eran los cristianos? 

-No sé si antes eran más intolerantes que ahora, la religión fue un instrumento para conseguir la unidad política. Son intolerantes con los sometidos, con los moriscos, con los cristianos no. En la novela remarco el carácter político de la Inquisición, es el látigo del poder. Es un momento de lucha entre la burocracia, que es la Chancillería, y los militares a los que representa Diego Hurtado de Mendoza. Al final gana la burocracia, pero la historia no se puede valorar de manera retroactiva, aunque yo me considere un antiburócrata. En la novela, cuando retrato a un personaje, intento no pensar por mi cuenta. 

-¿Le supuso a Hurtado de Mendoza un conflicto interior la represión de los moriscos dado su carácter humanista? 

-Es un fiel servidor, pero se salta las órdenes con frecuencia porque, ante todo, era fiel al ser humano. Pagó 3.000 ducados para liberar a un esclavo del sultán y, a cambio, sólo le pide trigo para que el pueblo no se muera de hambre. Respecto a la represión de los moriscos, la guerra se establece cuando no se siguen los consejos de la familia Mondéjar. 

-Cuando se habla de esta época siempre salen a colación los nombres más oscuros y más tétricos, como el del cardenal Cisneros. ¿Por qué se ocultan nombres que aportan luces a esta época? 

-Viene de la leyenda negra de Felipe II. La historia tiene páginas negras y páginas blancas.

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