Julio Grosso Periodista, realizador y profesor de la UGR, se levanta escuchando la radio, lee varios periódicos al día y acaba la jornada frente al televisor, pues los considera medios complementarios
ANTONIO ARENAS | GRANADA
Julio Grosso. :: A. A.
Julio Grosso (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1972) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla. Desde 1992 trabaja como realizador y periodista en varios medios de comunicación, como el diario 'ABC' y Canal Sur TV. Desde 2001 forma parte del gabinete de comunicación de la Diputación de Granada. En 2007 inició su labor como profesor asociado en la Facultad de Comunicación y Documentación de la UGR. Luego realizó el Máster en Información y Comunicación Científica, con una tesina sobre el programa 'Redes' de Eduard Punset. Sus primeros recuerdos vinculados a la prensa escrita se remontan a su infancia «con los vendedores ambulantes voceando las cabeceras locales ( 'Área' y 'Diario de Cádiz') y vendiéndolas a pie de calle, incluso en los semáforos».
-¿Quién le despierta su interés por estudiar periodismo?
-No lo sé muy bien. Quizás todo surgió durante la EGB siendo alumno de los Salesianos, que han sido los pioneros de la educación audiovisual en España. Mis maestros usaban el cine y el vídeo en sus clases y aquello era fascinante. Además, todos los sábados proyectaban películas en el colegio para los niños del pueblo. Luego, a los 14 años, mi madre me compró mi primera cámara fotográfica, una réflex con objetivos intercambiables y empecé a definir mi vocación. Al final, conocí en Granada a un pariente que era periodista y director de cine, estuve en su periódico y en algún rodaje y -a pesar de que intentó quitármelo de la cabeza- acabé matriculándome en la Facultad de Ciencias de la Información.
-¿Recuerda el primer artículo que publicó?
-Por supuesto. Fue una doble página en el 'ABC' de Madrid sobre el expolio del patrimonio artístico en Granada, a raíz del famoso robo del Carmen de los Mínimos, en 1992. Fue un encargo de la corresponsal del periódico, Inmaculada Vilardevó, una gran periodista que confió en mí para sustituirla aquel verano, a pesar de mi juventud.
-De todos sus trabajos periodísticos, ¿de cuál se siente más satisfecho?
-En todos he aprendido algo. Estoy orgulloso de las entrevistas realizadas para el programa de televisión 'Al Sur', un formato que creó José María Bernáldez en Canal Sur. Era un oasis cultural en mitad de una parrilla mediocre. Allí tuve la suerte de conocer a Vargas Llosa, José Luis Sampedro, Caballero Bonald y a otros grandes de la cultura. Era un trabajo muy agradecido. También estuve una época escribiendo reportajes de investigación para 'ABC' por distintas provincias y fue una experiencia muy enriquecedora.
-¿Prensa, radio o televisión? ¿Cuál es su orden de preferencia?
-Los tres medios son complementarios. Me levanto escuchando la radio y leyendo varios periódicos, y acabo el día frente al televisor. Cada uno favorece un tipo de género periodístico. En la radio prefiero las entrevistas y los magacines. En televisión, los informativos y los reportajes, pero sigo también las retransmisiones deportivas y el cine.
-¿Cuáles son las secciones del periódico preferidas?
-Me gustan, especialmente, Cultura y Opinión. Suelo leer a diario la Tribuna Libre y las Cartas al Director. Por supuesto, la sección Local y las entrevistas en profundidad. Me encanta la serie de los domingos sobre granadinos relevantes. En realidad, lo leo casi todo, incluso los obituarios, y acabo dándole varias vueltas al periódico.
-¿Qué opina sobre la información cultural y científica de los diarios españoles?
-Desgraciadamente, el periodismo científico continúa siendo muy pobre en España, salvo individualidades como la de Javier Sampedro ('El País'). La cultura suele estar mejor representada. Dispone de más páginas, periodistas especializados e incluso de algunos buenos suplementos. Aunque aún se puede mejorar.
-¿Qué le falta y qué le sobra a la prensa escrita actual?
-Le sobra información política, sucesos y crónicas de sociedad. Le falta más información social, reportajes de investigación, perfiles periodísticos y una agenda cultural más completa.
-¿Qué opinión le merece la prensa digital? ¿Terminará fagocitando a la prensa de papel?
-Es la gran pregunta. Lo deseable es que convivan el papel y el digital, como ocurrió con la radio y la televisión, pero el mundo cambia rápidamente y nada es tan sólido que no pueda desvanecerse mañana mismo en el aire. Pero, lo más importante es que el ciudadano siga teniendo un espacio libre para el análisis y la reflexión, que es la función principal de la prensa y que no ofrece la radio ni la televisión.
-¿Cuál es su valoración acerca del denominado periodismo ciudadano?
-El periodismo ciudadano no existe. Es una 'milonga' creada para la promoción de las redes sociales y sobre todo para abaratar los costes de producción. Algunos cayeron en la trampa, pero creo que el tiempo ha puesto las cosas en su sitio y nadie puede creer hoy en la vigencia del periodismo ciudadano, sin profesionales de la información, como nadie confía en la sanidad o la justicia ciudadanas, sin médicos y sin abogados. Otra cosa muy distinta es la participación de los ciudadanos en todos los ámbitos sociales, incluido el periodismo, que debe ser cada día mayor gracias a la tecnología.
-Hace un año tuvo la oportunidad de entrevistar al mítico Jon Lee Anderson, premio Constantino Ruiz Carnero a la Libertad de Expresión, ¿qué afirmaciones hace suyas?
-Coincido con él en casi todo. Creo que el periodismo debe ser, ante todo, un servicio público y que la prensa es bastante libre, con sus atenuantes, en los países occidentales. Me encantan sus perfiles periodísticos para New Yorker, un formato biográfico desconocido en España en el que Jon emplea dos o tres meses de trabajo y una media de 40 entrevistas. Es un lujo que alguien debería copiar en nuestro país.
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