Es tiempo de nuevos propósitos y la comunicación, confianza y supervisión sin autoritarismo son claves para prevenir y afrontar riesgos a los que los jóvenes están expuestos
AMANDA SALAZAR / M. ÁNGELES GONZÁLEZ | GRANADA
Tal vez usted ya no se acuerde, pero también fue adolescente. Y experimentó los mismos cambios psicológicos, físicos y sociales que pueden estar viviendo hoy sus hijos. Como ellos, seguramente sintió inseguridad y tal vez sus padres todavía recuerden sus actos de rebeldía. Es una etapa complicada, pero no hay que afrontarla con miedo.
El incremento del tiempo de ocio en las vacaciones -que ya llegan a su fin para los estudiantes- y los cambios de hábitos aumentan la exposición de los jóvenes a determinados peligros que pueden quitarle el sueño a los progenitores, pero hay herramientas que ayudan a prevenirlos y a afrontarlos de una forma adecuada.
Comunicación, confianza y supervisión sin autoritarismo son, según los especialistas, las herramientas clave para superar con éxito la adolescencia. Las drogas, el alcohol o Internet están ahí, al alcance de cualquiera, y por eso es fundamental conocer sus riesgos. Y ponerse manos a la obra ahora en septiembre, cuando empieza una época de propósitos de enmienda.
Una relación fluida
Para la catedrática en Psicología de la Educación María Victoria Trianes, una relación fluida desde el afecto entre padres e hijos es fundamental para afrontar cualquier problema que pueda surgir. Si la comunicación es cercana y existe confianza, el progenitor no tendrá dificultades a la hora de preguntar a su hijo sobre los nuevos amigos en una etapa en la que ya empieza a salir solo. El papel del padre es protegerle, pero con la suficiente libertad para su desarrollo personal, y debe permitirle tomar decisiones porque así empezará a hacerse responsable.
Lidia Avivar, de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, señala que es importante enseñarles a decir 'no' y a que no se dejen influir por el grupo; que conozcan los riesgos del consumo de alcohol y drogas; y advertirles sobre las redes sociales, para que nunca hablen con desconocidos por Internet como no lo harían por la calle.
Tras las vacaciones, también se empiezan a consolidar las primeras relaciones sentimentales y, según los técnicos del Instituto Andaluz de la Juventud, es vital que los padres tengan una actitud abierta al hablar de sexo para que los menores tomen todas las precauciones para evitar enfermedades y embarazos no deseados. En esa entidad aseguran que en estos momentos se ponen los cimientos para las relaciones futuras, así que hay que estar alerta ante indicios de actitudes sexistas que podrían desembocar en violencia de género. Mientras, Sara Herrera, psicóloga voluntaria de Adaner, también alerta sobre que en esta época pueden destaparse trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, que durante el resto del curso pasan desapercibidos.
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