sábado, 26 de enero de 2013

El viento se lleva los espigones granadahoy,com


La nueva pérdida de 2 millones de euros tirados al mar abre el debate sobre si estas estructuras son la solución La playa de La Rábita ha quedado totalmente desmantelada
ROSA FERNÁNDEZ / MOTRIL
En el municipio de Polopos-La Mamola, la marejada se ha dejado notar con especial insistencia. Hace apenas año y medio, en concreto, el 21 de julio de 2011, la entonces directora general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, Alicia Paz Antolín, inauguró las "obras de reordenación del paseo marítimo de La Mamola y remodelación de su sistema de defensas", cuya inversión ascendió a más de 2 millones de euros. 

Aquel proyecto consistió en la demolición de tres viejos espigones, la prolongación de otros cuatro y otro, situado en la margen derecha de la rambla de La Artichuela, se mantuvo como estaba. La cantidad de escollera retirada fue de 9.000 toneladas, que se reutilizaron en la construcción de los nuevos espigones, los cuales se llevaron 60.000 toneladas de arena que se había obtenido de canteras actualmente en explotación. 

Esta semana, una parte muy significativa de aquellas 60.000 toneladas y unos cuantos millones de euros se los ha tragado el mar. De tres de los espigones es difícil adivinar la línea de delimitación. 

El debate sobre la necesidad de los espigones en distintos rincones de la Costa tropical no es nuevo. La Asociación de Vecinos de Playa Granada viene reivindicando la necesidad de la construcción de estas estructuras, pues en innumerables inviernos el poniente destroza la playa, por lo que en otras tantas ocasiones los camiones vuelven a esta franja del litoral para verter arena y rellenar lo que el mar se lleva. Ahora con el proyecto de la marina interior de Playa Granada esta vieja reivindicación ha caído en el olvido, pues este proyecto aseguran que será la solución definitiva a estos problemas. Curiosamente, en este temporal, esta zona no ha sufrido tantos destrozos como otras veces. 

En cuanto al resto de efectos, el temporal se ha dejado sentir con especial intensidad en la Costa oriental de Granada. La playa de La Rábita ha quedado totalmente desmantelada y presenta una imagen desoladora. La fuerza del viento arrasó el muro de contención e irrumpió con fuerza en el paseo marítimo arrasando todo lo que encontró a su encuentro. Los anclajes de los columpios permanecen arrancados de cuajo, las palmeras y las duchas destrozadas. Al descubierto, las tuberías. La arena se ha esparcido varios metros por el interior de la calle. La playa está sembrada de restos de cañaveras y hasta de pepinos que ha traído el mar. Hay palmeras cortadas y señales verticales que han quedado tumbadas en el suelo. Las cintas que la Policía Municipal había colocado para avisar del peligro de caer al vacío en los huecos que las olas habían destrozado del paseo, también han volado. 

Algunos vecinos están especialmente molestos, no sólo por los continuos apagones de luz, sino porque Costas retiró meses atrás los invernaderos en unos terrenos ganados al mar en las inundaciones que los lugareños recuerdan como "la nube de Albuñol". No entienden por qué "mientras se preocupan de proteger otros municipios el de La Rábita se desprotege y queda a la intemperie".

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