El fiscal alaba la apuesta del Zaidín por la cultura como fórmula de integración graanadahot.com

García Calderón, que pregonó ayer la XXXV edición de las fiestas del barrio, se mostró preocupado por el paro juvenil que existe en la zona y criticó los contratos precarios

Y. H. / GRANADA
"Mirar a la ciudad es mirar a sus calles secundarias, contemplar su vida cotidiana y su inquietud". Ésta frase pertenece al sabio y cercano dicurso que ofreció ayer el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, como pregonero de la XXXV edición de las fiestas del Zaidín. Un discurso en el que el jurista recordó al barrio que debe de luchar para que no siempre los proyectos vayan a los mismos lugares de la ciudad, y en el que ensalzó la apuesta de sus vecinos por la cultura "como fórmula de integración social".

El fiscal superior enfatizó que el desarrollo urbano de Granada está colocando al Zaidín en un lugar "completamente privilegiado". Recordó que en él se alza el famoso Alcázar Genil, y que se trata de un distrito que demuestra "la importancia que tienen los bienes culturales como una condición de presente para restablecer el equilibrio socioeconómico de una ciudad histórica que vive los problemas más acuciantes de nuestro tiempo con bastante intensidad".

Y al principal de esos problemas, la crisis y sus efectos, el jurista, académico y poeta dedicó parte de su pregón. Animó a los vecinos a afrontar la crisis con solidaridad y se mostró especialmente preocupado por el desempleo juvenil. Fue además muy crítico con la precariedad laboral. "No sólo negamos el trabajo a los jóvenes -señaló-, se lo proporcionamos de forma totalmente precaria, con sueldos insuficientes o riodículos y en condiciones que atentan, en demasiadas ocasiones contra sus derechos más elementales como trabajadores".

Tampoco se olvidó el pregonero de un sector importante de la población del barrio: los inmigrantes, elogiando la hospitalidad que ha caracterizado a sus vecinos en los últimos años y al barrio como un verdadero "espacio multicultural".

García Calderón, que tituló su pregón La juventud de la ciudad, invitó a examinar las ciudades "con mucha más sencillez, respeto y atención", para mirarlas "en el espejo de sus barrios y en los nuevos espacios urbanos que las decisiones públicas han ido tejiendo, no siempre de manera afortunada, a su alrededor"