domingo, 11 de diciembre de 2011

Un milenio de deseos elpais.com

Granada aprovecha la Bienal de Arte para adelantar las celebraciones por sus 1.000 años que se cumplen en 2013

TOMMASO KOCH - Granada -


Granada


Las 1.000 botellas de Xavi Muñoz.- PEPE MARÍN


Ante tamaño aluvión no queda mucho espacio para el optimismo. Tanto que algunos náufragos tan solo fían su esperanza a la magia. "Que el hada nos rescate", reza uno de los mensajes que contienen las 1.000 botellas con las que Xavi Muñoz ha levantado un desafío a las olas de la crisis. Este artista catalán ha seleccionado 1.000 deseos de entre todos los que el público le había ido dejando desde su primer proyecto en 2002 para encerrarlos en el cristal y evitar que el chaparrón que está cayendo los convierta en papel mojado. Su columna iluminada de botellas se expone en la granadina Casa de los Tiros, en el marco de la Bienal de Arte de Granada.


En el refugio que Muñoz le ha construido a la esperanza se han colado todo tipo de propósitos. Algunos son algo así como lemas vitales: "Que nunca me roben mis sueños", "Vivir y no dejar nada para mañana", "Volver a dirigir las riendas de mi vida". Otros, tal vez más realistas, se conforman con "volver aquí" o con "un café italiano". Hay también botellas que buscan el camino más rápido para superar el trágico océano cotidiano y llegar cuanto antes al muelle: "Pasta, pasta, pasta". A saber si Muñoz coincidió con algún banquero.


Sea como fuera, el catalán sí debe de haber sacado la calculadora, ya que los números de su obra no son casuales. La Bienal de Arte exige a cada uno de los 16 proyectos que ha distribuido por la ciudad que aprovechen el arte contemporáneo para valorizar el patrimonio material, natural e inmaterial de Granada. Así que 1.000 botellas son, en palabras de Muñoz, "un mensaje por cada año" del milenio que Granada cumplirá en 2013.


Apagar 1.000 velas cuesta tiempo así que la ciudad ha adelantado su cumpleaños. Nada de superstición y gafe: hasta se ha bautizado a la Bienal de este año como la Del Milenio. "Hay que darle credibilidad y participación al proyecto y para eso hace falta tiempo. Queremos que la gente se vaya mojando y llegue preparada a 2013", explica Francisca Pleguezuelos, directora del Consorcio del Milenio, uno de los principales contribuidores de los 100.000 euros con los que la Bienal camina.


Estratega experimentado, el rey árabe Zawi ben Ziri no dormía tranquilo sabiendo que su capital, Medina Elvira, se encontraba en una llanura. Por tanto en 1013 trasladó el centro de su taifa a Granada. Entre montañas y colinas el corazón de su reino latiría más seguro. Desde entonces la ciudad ha crecido en la encrucijada entre la cultura árabe, judía y cristiana y ha cuidado el legado de aquella época. "Hay una huella patrimonial increíble, empezando por la Alhambra. Pero también la cultura del agua como elemento vital y de disfrute o la construcción respetuosa con el medio ambiente siempre han acompañado Granada", afirma Pleguezuelos.


Algo sí se ha perdido en cambio, según la directora de la Bienal, Ana García López: "Habría que retomar el refinamiento de la cultura de Al-Andalus". Aunque para ella también el Granada de hoy no ha olvidado sus primeros cumpleaños. "Ha quedado como herencia un gran interés del granadino por la cultura", asegura García López.


En efecto, algún que otro curioso se cuela por la Casa de los Tiros a ver qué ocurre. Unos preguntan, otros sacan fotos. La presencia de Rosario Cabrera es menos casual: esta señora es voluntaria del Milenio y cuenta que le pidieron que presenciara a la inauguración de la obra. A falta de una botella, fía su deseo a la libreta del periodista: "Que salgamos de esta espiral de pesimismo". Ojalá. Y ojalá que no haga falta un hada

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