PSOE y PP se enfrentan por la presidencia en el ente y Benavides pacta con el que cree será el vencedor
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Después de la maraña de pactos tras las elecciones municipales para renovar los consistorios -una época ya prácticamente olvidada, más aún ahora que se tiene la vista puesta en los comicios generales-, la Costa tiene que pasar otro trámite: constituir el nuevo gobierno de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical. El gran rompecabezas que cada cuatro años pone patas arriba a las 19 corporaciones de las que salen los vocales que conforman la Junta General. Este año no iba a ser menos y mientras unos interponen recursos o acuden a la Justicia porque no han obtenido representantes en algunos municipios, otros hacen cábalas y alianzas a la vez que exigen que se convoque dicha Junta General de manera urgente y se renueve el ente.
La batalla encabezada por PSOE y PP tiene como objetivo hacerse con la presidencia del órgano comarcal. En la 'reyerta' juegan un papel fundamental los grupos políticos más pequeños, que hacen de aliados de uno u otro según interese. Entre estos 'comodines' destaca Juan Carlos Benavides y su partido, -ahora Convergencia Andaluza-. El exalcalde de Almuñécar ha sido clave desde que la Mancomunidad existe y mueve sus hilos con los grupos grandes para que tras la pugna, sea quien sea el vencedor, él esté en el equipo ganador. Tirando de archivo, se aprecia que a lo largo de los diferentes mandatos se ha aliado en numerosas ocasiones con el PSOE, pero también con el PP. Sin ir más lejos, su grupo se unió hace cuatro años a los 'populares' para desbancar a los socialistas. En esta nueva ocasión, ha vuelto a pactar con el PSOE para ocupar alguna de las tres vicepresidencias del ente - que junto a la presidencia, son los cargos más significativos-. En estos instantes, los partidos siguen moviendo ficha para no quedarse sin asiento.
Y es que la Mancomunidad es un puesto codiciado a pesar de que muchos ciudadanos siguen preguntándose cuál es su verdadera utilidad. Existe desde 1992 pero no son pocos los que desconocen a qué se dedica este ente, y acaban determinando que no tiene mucho sentido. Pues bien, tanto desde el PSOE como desde el PP, subrayan que sí tiene un gran valor. La primera responsabilidad que posee -y casi la única- es la que fue su razón de ser: la gestión del agua en toda la comarca. El llamado Ciclo Integral del Agua.
«Se constituyó porque los pueblos de la Costa tenían verdaderos problemas de abastecimiento y saneamiento, incluso se bebía agua salada. Entonces, la Junta de Andalucía dijo que había que poner un servicio mancomunado porque era una tarea muy complicada y costosa; y todos los ayuntamientos tuvieron que ceder», recapitulan desde el último equipo de gobierno de la Mancomunidad -presidido por Carlos Rojas, del PP-. Así fue como se acometieron enormes obras que crearon las infraestructuras necesarias para permitir que todos los municipios que se adhirieron a este Ciclo Integral del Agua tuvieran el abastecimiento, saneamiento y depuración de este bien de primera necesidad. «Ni Murtas, ni Vélez de Benaudalla ni Turón ni Los Guájares están dentro de este ciclo», aclaran.
Una empresa concesionaria, Aguas y Servicios, es la que se encarga de gestionar el asunto y aparte de a esta, poco más se puede identificar directamente con la Mancomunidad. Pero parece que es suficiente para que los políticos ansíen estar al frente de la institución comarcal. Y es que hay 48 millones de euros disponibles para gestionar durante los próximos cuatro años a través del gobierno comarcal.
Canon en los recibos
La institución se financia, tal y como explican desde el PP, con lo que la empresa de Aguas y Servicios paga al ente por gestionar la actividad, que puede suponer unos 400.00 euros anuales . Cantidad que asciende hasta los tres millones de euros al año aproximadamente si se incluyen las subvenciones que reciben de las diferentes administraciones para desarrollar proyectos de distinta índole.
Además, según detallan los 'populares', para acometer todas las infraestructuras de redes de abastecimiento, saneamiento y depuración, que se financiaba de una parte por la Junta de Andalucía y de otra por la Mancomunidad, existe un canon en los recibos del agua que pagan religiosamente los ciudadanos -para financiar la parte que corresponde al ente de la comarca. «En 2011 ese canon se podría haber suprimido porque las obras de la primera fase ya habían sido amortizadas, sin embargo, en este último mandato la Mancomunidad ha solicitado mantenerlo hasta 2020, lo que generará 48 millones de euros para invertirlos en muchas obras que están pendientes», detallan. A la vez añaden que el compromiso implica que este casi medio centenar de millones se inviertan en los próximos cuatro años, aunque no concluirá la amortización hasta dentro de nueve. Por ejemplo, dentro de este dinero, el Ayuntamiento de Motril acaba de anunciar que se acometerán las obras de desodorización de la depuradora -planta EDAR- de la localidad a principios de 2012. Pero hay muchos más temas pendientes, como por ejemplo, la necesidad de un sistema de depuración en Albuñol.
Los miembros del PP consideran que ahora la Mancomunidad es especialmente 'golosa' porque, con estas actuaciones se verá algo de obra pública en los próximos cuatro años, y asociado a ellas, hay a menudo nuevas pavimentaciones o mejora de mobiliario urbano. Lo que implica que quien anuncie e impulse dichas intervenciones, seguramente ganará mucho de cara a los ciudadanos. Aunque recalcan los 'populares' que esta gestión para obtener este dinero se ha hecho íntegramente en los últimos cuatro años, cuando gobernaban en la Mancomunidad el PP y sus aliados (CA, PA, PAICC y PSI).
Otras actuaciones
No cabe duda de que es una porción más que jugosa tener la potestad para decidir cómo, cuándo y dónde invertir ese dinero. No obstante, desde el PSOE, Gonzalo Fernández Pulido, que se ha erigido como portavoz y aspira a la presidencia, no habla en un sentido puramente económico. Él señala que lo relevante de tener los cargos de la Mancomunidad está en la posibilidad «de recuperar el espíritu con el que nació». Fernández Pulido -que cree que todos los alcaldes deberían ser miembros natos de la Mancomunidad y que habría que cambiar los estatutos en este sentido- apunta que el ente surgió para aunar servicios y abaratar costes, pero también para consolidar una comarca y progresar económica y socialmente. Este socialista apuesta por mancomunar los servicios municipales de limpieza, así como por crear una imagen turística única de la Costa, o incluso estudiar la posibilidad de mancomunar el transporte interurbano.
No es la primera vez que se escuchan estas ideas, pensadas seguro que con las mejores intenciones por anteriores gobernantes, pero sin embargo, sin mucho éxito. Si bien es verdad que la Mancomunidad capitaneó alguna que otra actividad en pro del turismo, hoy poco queda de aquello. Tampoco queda nada de la tarea que asumieron años atrás en la gestión de residuos agrícolas. Actualmente está mancomunado el balizamiento de las playas además de algunas actividades formativas, a través de cursos financiados por otras administraciones. También en los últimos cuatro años ha tomado parte en las de las reivindicaciones por las infraestructuras.
Así las cosas, se puede concluir que aunque la Mancomunidad tiene potencial, no se ha logrado crear la unidad de la comarca que se pretendía. «Tradicionalmente han malusado el órgano para colocar a familiares y allegados y pagar favores políticos», asevera Fernández Pulido. El alcalde de Salobreña considera además que habría que dotar de más financiación a la Mancomunidad para que esta tenga posibilidad de intervenir en otras cuestiones y que hay que «romper el mito de que el ente no sirve para nada».
Desde el PP también creen esta institución debe avanzar y mancomunar algún servicio más.
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