Un grupo de turistas con deficiencias visuales disfrutan de Almuñécar gracias al programa de vacaciones de la ONCE
CRISTINA BUSTOS  | ALMUÑÉCAR
 El grupo de turistas del programa de vacaciones de la ONCE posa en Almuñécar. :: CRISTINA BUSTOS
El clima, la gastronomía o los grandes contrastes son 
algunos de los grandes encantos de Granada y su Costa. Hay detalles que 
escapan a los ojos pero, basta con acentuar el resto de los sentidos, 
para encontrar eso que se convierte en lo más bonito del día. Así 
resumen su estancia en Almuñécar un grupo de turistas con deficiencias 
visuales llegados desde País Vasco y Aragón quienes han disfrutado de 
unos días de descanso en la Costa Tropical gracias al programa de 
vacaciones sociales de la ONCE. «Como no veo bien y me tengo que fijar 
más descubro detalles que a los demás se les escapan», asegura entre 
risas una de las excursionistas que, tras su primera visita se marcha 
tan encantada que piensa volver a la Costa Tropical «siempre que me 
dejen». Durante doce días este grupo de visitantes han disfrutado de 
recorridos por la Alhambra, la Alpujarra, el Museo de la Caña de Motril y
 no se han perdido las típicas tapas, el pescado y el sol que calienta 
Almuñécar. Acompañados de sus dos monitoras, estas 40 personas han 
visto, algunos por primera vez, una plantación de chirimoyas o han 
paseado por la orilla de la playa.
La falta de visión les ha permitido observar una Costa que 
escapa a otros ojos, sentencian estos viajeros que han exprimido al 
máximo su estancia y al final se marcharon con ganas de haber alargado 
su estancia porque se se marcharon el pasado viernes, justo a las 
puertas del fin de semana de las cruces.
Chirimoyas y guayabas 
Rosa Gallego, monitora del grupo llegado de Aragón, cuenta 
que gracias a los avances médicos es casi imposible la pérdida total de 
visión. Las enfermedades oculares, sin embargo, son tantas y tan 
diferentes que se escapan al conocimiento de la mayoría de personas. 
«Hay quien tiene visión lateral, ojos que funcionan como si miraran por 
un tubo o, incluso, quien te puede distinguir por tu forma de andar o tu
 olor pero jamás verá tu cara», explica. A pesar de todo algo queda 
claro: la falta de visión no te impide ver el mundo, te invita a mirarlo
 de una manera diferente.
Las peculiaridades que hacen especial a la Costa y los 
frutos que nacen de su tierra se pueden descubrir a primera vista: la 
chirimoya o la guayaba, la caña de azúcar y el ron que de ella se extrae
 o las migas con pescado a la orilla del mar pero ¿qué pasaría si 
cerramos los ojos? ¿A qué huele la Costa? ¿A qué sabe? ¿Cómo suena? La 
potenciación de unos sentidos se desarrolla para combatir la falta de 
algunos de ellos y en esto estos peculiares visitantes son expertos.
El azul del cielo, tan claro y tan limpio permanecerá en el
 recuerdo y en las fotografías que después visualizarán en casa «por si 
se nos ha escapado algo que ver», explican. El empedrado de las calles 
bajo los pies al caminar por calles «tan bonitas y tan diferentes de las
 nuestras» o ese olor a caña de azúcar, un producto del que jamás habían
 oído hablar está ya en la memoria de estos turistas que vuelven a su 
tierra con botellas de ron pálido en las maletas. Las aguas de La 
Alpujarra, con sus sabores y sus propiedades también les han marcado. 
«Las hemos probado todas porque hay que mantenerse jóvenes», aseguran. 
El bullicio que mueve las calles de Granada «con tanto turista y mucho 
estudiante», les saca una sonrisa impresionados por lo caluroso de la 
jornada. «¡Nos habían dicho que en Granada hacía frío!», comentaban 
entre bromas. Al intenso verde de las vegas hay que sumarles «la 
intensidad del ácido de la guayaba» que, junto al mango, han sido todo 
un descubrimiento para sus paladares.
Les gustaron menos las migas de harina. «Me gustan más las 
nuestras hechas de pan», opinan, aunque al pescado fresco no le ponen 
ninguna pega. El carácter abierto y afable de los andaluces ha calado en
 sus corazones. Algunos ya habían visitado la Costa, para otros era su 
primera vez pero todos están deseando volver.


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